12 Simples consejos para el Lavado de Ropa en Establecimientos Hoteleros

1. La ropa debe lavarse lo antes posible para evitar que las manchas se fijen a la tela. En caso que no sea posible, tenerla fuera de bolsas, en un lugar fresco y ventilado. La temperatura y el tiempo aceleran el proceso de fijación de manchas.


2. Respete las indicaciones del fabricante de las prendas. Aprenda a reconocer cada símbolo. Sepa que prendas que tienen poliéster en su composición, deben ser tratadas diferente que las prendas de 100 % algodón. ( Ver nuestro artículo: Cómo lavar el poliéster.)


3. Desmanche antes de lavar. Este sencillo procedimiento evita gran cantidad de relavados por lo que el funcionamiento del lavadero es más eficiente y por ende más rentable. Las manchas se identifican fácilmente y se determina el proceso de desmanchado más adecuado, evitándo el descarte de la prenda.


4. Separe prendas según su semejanza: Manteles con manteles, sábanas con sábanas, toallones con toallones, etc. Evite la mezcla de prendas con colores fuerte con prendas de colores suaves, (azules o rojos con blancos o beige). Evite la mezcla de prendas pequeñas con prendas de gran tamaño (fundas con sábanas). Evite la mezcla de prendas que desprenden pelusas de las que no lo hacen, (Toallas con sábanas). Nunca mezcle la ropa de los pasajeros con ropa del establecimiento.


5. Cargue la máquina de lavar contando las prendas que coloca. No importa el peso de cada una de ellas. Una toalla mojada pesa mucho más que seca. Pero cuéntela como una sola prenda. De esta forma el equipo de lavado opera siempre de una forma similar, los tiempos de lavado pueden programarse, la carga de insumos de lavado es siempre igual, dá resultados de lavado homogéneos y se evitan problemas mecánicos.


6. Si una carga de lavarropas es menor a lo establecido por la experiencia, no disminuya la cantidad de productos químicos, ya que los mismos estarán muy diluídos.


7. Procure que los enjuagues sean abundantes. No es tan importante el tiempo sino la cantidad de agua. Los restos de productos en las prendas traen problemas de incrustaciones.( pida el artículo Las Incrustaciones). Y éstas traen como consecuencia el desgaste prematuro de las prendas, de los equipos, agrisamiento, mal olor, higiene incompleta, etc.


8. Evite el uso de cloro, lavandina, etc. en todas sus formas. Este es un gran auxiliar en la lavandería, pero su uso obliga a un severo control pues de lo contrario se transforma en un destructor del algodón de las prendas.( Ver nuestro artículo: El correcto uso de del Cloro). Actualmente existen reemplazantes muy efectivos del cloro que no implican riesgos y por el contrario brindan colores más relucientes a las prendas incluso las de color. De usar cloro, recomendamos el uso de un neutralizante del mismo.


9. No planche ni seque en tambor rotativo las prendas que quedaron con manchas. La mancha se fijará aún más y lo que es peor habrá cambiado su forma de eliminarla. En ocasiones será imposible lograrlo.


10. No reseque las prendas en el tambor rotativo. Las toallas deben salir esponjosas, ni resecas ni húmedas. Así evitará que las mismas se encojan y se conviertan en una “lija”. También el uso de suavizantes que suelen agrisar las prendas y/o mancharlas. Si desea perfumarlas, hágalo con perfumantes o perfuminas para ropa.


11. Si tiene stock de prendas procure rotarlas. De esa forma tendrán un desgaste parejo y una pérdida de color ídem. Guarde las prendas fuera de uso en un lugar oscuro, seco y fresco. Evitará la pérdida de color en los bordes, el desarrollo de larvas de polillas, la formación de manchas de moho. Las prendas deben guardarse perfectamente limpias. Se recomienda el uso de un bactericida en el enjuague final que las proteja.


12. Un último consejo: Si hace todo igual, su resultado, será igual. Sin embargo, nos olvidemos que la calidad del agua varía y como la misma es el elemento más importante en el lavado. Esto nos complica pues deberemos rediseñar nuestros procesos cuando se produzcan estas variaciones.